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jueves, 17 de mayo de 2012

La relatividad de las valoraciones..., por Mario Montes.







La relatividad de las valoraciones...,
por Mario Montes, Director de
Diario electrónico Reacción Chilena.




Si la “Gordi” hubiese sido reina de la simpatía, tuviese el título de soberana de la cercanía o hubiese postulado a ser la mamá del año, consideraríamos justificada la alta evaluación de ella que tiene la ciudadanía, pero, como por casualidad llegó al Palacio de La Moneda, creemos que la gente la tiene absolutamente sobrevaluada.


Su Administración, por decirlo de una manera cordial, fue mediocre, su manejo como supuesto líder, dejó bastante que desear, su manera de enfrentar situaciones conflictivas resultó ser una completa inepta, su capacidad como Gobernante fue simplemente decepcionante, su accionar en las emergencias de Aysén y del terremoto fueron nefastas.


Las promesas que hizo durante la campaña electoral fueron olvidadas a poco de haber entrado al Palacio Presidencial, su manera de enfrentar la corruptela, rampante desde el Gobierno de Lagos, fue inexistente, su implementación del Transantiago fue simplemente una falta de respeto a los chilenos.


El broche de oro del mal Gobierno de Michelle Bachelet lo puso con su manejo del terremoto y de tsunami, que demostró claramente la incapacidad de la Mandatario, posteriormente, sus indecisiones y dudas permitieron que el lumpen saquera la zona de emergencia por la demora en sacar a los soldados a la calle.


El video que revela diálogos en la madrugada del fatídico 27 de febrero de 2010, en el que se descubrió casualmente el sonido ambiente no puede ser más decidor, es poco lo que se puede agregar o decir contra la ex Presidente, ella, con la “Yupi” Álvarez se encargan de demostrar un accionar engañoso.


No hemos querido hacer un repaso de los cuatro años de desorden en que Bachelet dirigió el país, solamente hemos querido destacar el porqué de nuestra mala consideración de su periodo y resaltar que nos parece una ofensa a la razón que ella, o sus secuaces, quiera postularse nuevamente al cargo.


No se trata, como han pretendido algunos, de un asesinato de la imagen de la ex Mandatario, se trata de terminar con una ficción falsa que han creado para transformar a la señorita Michelle Bachelet en una especie de heroína, lo que no corresponde a la realidad y hace mucho daño al país.


Como comentario final diremos que nos parece patético el modo en que los dirigentes de la concertación tratan de ocultar la ineptitud e irresponsabilidad con que Bachelet manejó los asuntos públicos, aunque seguramente esta defensa irracional es el resultado de las ansias irrefrenables de recuperar el poder.


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