Peinando la
muñeca...(*)
Sin
duda la esquizofrenia y la falta de sentido de la realidad están haciendo que
doña Cristina Fernández viuda de Kirchner esté llegando al paroxismo de una egolatría
ilimitada que la tiene peinando la muñeca mientras el país se hunde económicamente,
se quiebra moralmente y la corruptela campa en el poder Ejecutivo.
No
creemos que se pueda expresar de otra manera el hecho, que además demuestra una
egolatría sin límites, que haya sacado un muñeco con su esfinge, y vestido de
negro suponemos que para resaltar su luto, llamado “Cristinita”, que se ha
puesto a la venta en unos catorce dólares en dependencias de la mismísima Casa
Rosada.
Siempre
hemos pensado que la doctora Fernández es poseedora de una personalidad
limítrofe, como nos demuestran sus fraudulentos afanes izquierdistas, cuándo
tiene una afición desmedida por las riquezas, o matrimonio con el fallecido visco
y el ridículo desconsuelo que quiere demostrar por el fallecimiento del ex
Mandatario.
La
señora K, digna representante de la dinastía KK, es un personaje muy suigeneris
que posa de lo que no es y exhibe a sotavento las riquezas de tan dudosa
procedencia, mientras con su desastrosa Administración uno de los países más
ricos del continente debe “expropiar” los dineros a los pensionados y ahogar a
los contribuyentes para mantener una ficción.
Escuchar
hablar a esta mala imitación de Eva Perón, que tan perniciosa fue para el
pueblo argentino, nos provoca un sentimiento dual de vergüenza ajena y de
desprecio por una persona que es capaz de “manosearlo” todo en sus afanes
arribistas y de destruirlo todo en su forcejeo por acaparar en su mano cada día
más poder.
(*)
En Chile se usa la expresión para referirse a seres aquejados por la locura.
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