A propósito de la Teletón

Teletón, aunque admiramos la obra,

creemos que el financiamiento de la

rehabilitación de los hijos de Chile

corresponde al Estado.

A propósito de la Teletón,

por Mario Montes.

Hemos manifestado durante más de treinta años que no nos gusta el sistema de financiamiento de la rehabilitación infantil por medio de una actividad televisiva, con participación de un número de empresas, de beneficencia que moviliza a la ciudadanía tras el objetivo.

Nuestra oposición a esta forma de financiarlo nace de dos motivos, el primero es que nos parece inmoral que esas empresas lucren con la desgracia de nuestros hijos, la segunda es que nos parece inaceptable que privados deban asumir una función de la que el Estado ha abdicado.

La obra nos parece loable y de un sentido humanitario grandioso, pero, creemos que el Estado no puede  haciéndose el leso en el cumplimiento de su deber de atender a quienes por nacimiento o por vicisitudes de la vida han quedado con limitaciones.

Consideramos que un Estado que puede financiar a los partidos políticos, pagar los gastos de campañas electorales y que ahora quiere financiar las primarias para seleccionar a los candidatos a los cargos de representación popular, no puede seguir declinando sus obligaciones.

Como todos los años seguiremos haciendo nuestros aportes a esta cruzada de amor por aquellos que tienen sus capacidades disminuidas, pero, insistiendo en que el financiamiento de la Teletón, como el de Bomberos, es una obligación pendiente del Estado.