Thomas
Somerscales, pintor inglés, plasmó en
este óleo el «Combate Naval de Iquique»,
en el que el Monitor Huáscar hundió a la Esmeralda. En Punta Gruesa la frágil
Covadonga, con astucia y valor, eliminó con la Independencia la mitad del
poderío naval peruano.
Prat y Condell un ejemplo
para el Chile de hoy.
“Muchachos: la contienda es
desigual, pero ánimo y valor.
Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo
y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo.”
Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo
y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo.”
Arturo Prat Chacón,
Capitán de La Esmeralda.
Momentos antes de su sublime abordaje del monitor peruano
Huáscar, Arturo Prat Chacón, Capitán de
la Corbeta Esmeralda, lanzó la arenga que inicia esta nota, en ese histórico 21
de mayo de 1879, en el que dos barquichuelos de madera, La Esmeralda y La
Covadonga, y bastante viejos y en mal
estado, se enfrentaron a los infinitamente superiores acorazados peruanos,
Huáscar e Independencia, cambiando la historia de la Guerra del Pacífico.
Queremos rendir homenaje, en las personas de los Capitanes de
ambas naves Chilenas, Arturo Prat Chacón y Carlos Condell de la Haza, a los
marinos y pueblo de Chile que en el Combate Naval de Iquique y en el combate
naval de Punta Gruesa demostraron el valor de nuestros connacionales que con
valentía y determinación enfrentaron a los peruanos a pesar de la aplastante
superioridad material de las naves de la Escuadra del Perú.
Hombre jóvenes, y en muchos casos casi niños, sintieron el
llamado de la Patria amenazada por una fuerza infinitamente superior de Perú y
Bolivia, y con el arrojo característico de nuestro pueblo vencieron en un
guerra que nuestro país no buscó, transformando a estos inmortales en un
ejemplo de sacrificio, valentía y patriotismo para los chilenos de hoy que
gozamos de una Nación progresista por la inmolación de tantos de nuestro
gloriosos antepasados.
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