Voto de
chilenos en el exterior, otra estafa.
Luego de la expulsión de la dictadura castrista
de la UP, entre muchas acciones de sabotaje, descrédito y respuesta armada, la
izquierda internacional organizó una red de "Comités de Bienvenida"
en países de Europa occidental y en Canadá.
Se suponía que estos Comités se encargarían de
recibir a los izquierdistas que huían de la represión militar, porque desde los
líderes de la DC para abajo, todos los chilenos estaban muy contentos de
haberse librado de la peste que transformó a Cuba en una cárcel.
Por lo tanto, lo lógico era que los países que
dieran acogida a los castristas chilenos fueran los del área socialista. Pero
nada de eso, en concomitancia con políticos de izquierda locales, los Comités
se organizaron para atraer a chilenos que quisieran emigrar a Suecia,
Inglaterra, Francia, Alemania, Canadá y no recuerdo ahora qué otro país
occidental rico y desarrollado.
El programa no podía ser más atractivo. Se
ofrecía vivienda, trabajo, capacitación en el idioma local y hasta el pago de
estudios superiores a todo chileno que bajando del avión que lo traía de Chile
se acercara a los mesones de estos "Comités" expresando su deseo de
radicarse.
Casi cada chileno conoce a alguien que
aprovechó esta ganga migratoria en tiempos en que nuestro país, dejado en la
más completa ruina por años de demagogia, ni soñaba con ser destino migratorio
para nadie en el planeta. La verdad, no entiendo como no se vació Chile.
Bueno, la "trampita" vino después, en
forma de un testimonio que se pidió a muchos emigrados acerca de las
atrocidades vividas en la dictadura chilena. Conozco, con pelos y señales, el
caso de una atractiva esposa de un profesional de izquierda que en rueda de
prensa en Europa detallaba las múltiples violaciones de que había sido objeto
por motivos políticos. Testimonio absolutamente falso porque jamás fue
detenida, ni siquiera su marido, pero sí —desde antes del 11 de septiembre—
practicaba el gentil deporte de engañarlo a menudo con variados galanes, incluyendo
militares.
Conozco más casos similares e imagino que
muchos chilenos que ya peinan canas también. Como a ellos, nadie me cuenta
cuentos respecto de la génesis de los "chilenos en el exilio" que en
la contabilidad zurda suma por decenas de miles, para conformar así un número
extraordinariamente alto de "perseguidos por la dictadura".
La verdad, sin embargo, es esta otra. Esos
contingentes son, en su mayoría, personas que emigraron por conveniencia
económica, aprovechando esa extraordinaria oferta para huir de una situación
económica desmedrada o simplemente aprovechar tamaña ventaja. Del mismo modo,
muchos de ellos fueron reclutados para la clientela electoral de la UP de ese
modo: "te doy estas enormes ventajas a cambio de un 'apoyo'".
Y desde hace un tiempo la UP/DC apoya el
propósito de extender el voto a esa gente para elecciones de Presidente. Y si
los chilenos votan por la candidata de la UP/DC, en la práctica estarán votando
por incorporar sin condiciones de ningún tipo a esos contingentes al voto duro
con que esa corrupta coalición buscará eternizarse en el poder.
Si estuviera en mí, jamás apoyaría la idea de
extenderles el derecho a voto a chilenos que han hecho esa opción, simplemente
porque se trata de una total y completa estafa a la democracia.
Tomado de
http://cardenaldo.blogspot.com
Nota de la
Redacción:
Los argumentos aquí explicitados debieran ser
suficientes, pero, creemos que hay argumentos tanto o más poderosos, como el
hecho fundamental que los errores de elección que hagan quienes habitan en otro
país irremisiblemente los pagaremos los que vivimos en la Patria, y que ya
hemos pagado carísimo por las equivocaciones de esa misma gente.
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