Imagen
de un pasado que no queremos repetir,
Salvador Allende y Patricio Aylwin, dos de los
responsables de la destrucción de nuestro
país y de la dolorosa crisis institucional de los
años 70 del siglo pasado.
Salvador Allende y Patricio Aylwin, dos de los
responsables de la destrucción de nuestro
país y de la dolorosa crisis institucional de los
años 70 del siglo pasado.
Aprendamos de
la historia, alguna vez.
Para las Presidenciales de 1970, la principal
opción era que el poder volviera al ex Presidente Jorge Alessandri y la derecha
de entonces. Él tenía fama de poseer virtudes contrarias al populismo y al
descaro de la DC para explotar el aparato del Estado en beneficio de sus
militantes y con el peligroso fanatismo de los revolucionarios que llevaban a
Allende.
Esta posibilidad amagaba seriamente el futuro
de la joven DC, que seis años antes había ganado la Presidencia con histórica
votación y la mayoría en ambas Cámaras del Congreso. ¿Siendo un partido pequeño
y sin recursos, cómo diablos hizo eso? Pues con la colosal ayuda del
Departamento de Estado (Ministerio de exteriores de USA) y los aportes de
fundaciones como la NED (National Endowment for Democracy) y la Konrad Adenauer
(fundación alemana para la lucha contra el totalitarismo), que a gran costo
posicionaron a la DC como "alternativa al comunismo".
Sin embargo, al completar seis años de
corrupción y demagogia, el descrédito de la DC era mayúsculo. Aburridos, los
electores chilenos pedían la vuelta de Alessandri que estaban seguros pondría
orden en las cuentas nacionales (la corrupción institucional a gran escala la
inauguró la DC) y sacaría al país del desorden y la precariedad que seguía
campeando para todo aquel que no tuviera el carnet del partido.
Pero esta posibilidad cerraba, en la práctica,
la supervivencia de la DC como partido mayoritario. La probabilidad de
recuperar el poder luego de seis años de limpieza de lo mal obrado por Frei
Montalva era casi nula y el colapso del partido, una cuestión fuera de toda
duda.
Esto explica que el Gobierno DC se volcara con
todo a parar a don Jorge, cosa nada fácil porque el caballero era un sujeto
honesto, austero y de gran integridad personal. Sin embargo, quedaba el recurso
de la imagen y en este plano se contaba con una herramienta poderosa: la recién
inaugurada TVN. En una revista opositora de los años 80 leímos una entrevista a
Jorge Navarrete (padre) ufanarse de los mil recursos que usaron para presentar
a Alessandri como un viejito decrépito, incapaz de asumir la carga Presidencial.
Lo malo de esto era que atacando a Alessandri,
se mejoraba la opción para el castrismo que representaba Allende (cuya
postulación en el período anterior había sido la justificación de la gigantesca
ayuda internacional a la DC), porque de ningún modo esto cooperaba al candidato
DC, Radomiro Tomic, a quien nadie despintaba salir a la cola de los otros dos.
Para la supervivencia de la DC, el riesgo de
abrirle el camino al revolucionarismo era menor al que representaba Alessandri.
Si bien era todo el país el que sufriría las consecuencias, ello MEJORABA las
propias expectativas de la DC para el próximo período, porque todos sabían que
Allende iba a dejar la tendalada y en ese escenario, su probabilidad de
recuperar el poder era necesariamente mayor.
Con todo, el resultado de las elecciones no
produjo a Allende como ganador y hubo que ir al Congreso para que dirimiera
quién de ambos candidatos asumiría el poder. La preferencia de la DC por
Allende, que lo votó unánimemente, era obvia y así se selló la suerte de Chile.
¿Por qué rememorar esta sórdida historia?
Porque ella está a punto de repetirse.
El triunfo de una candidata de derecha que no
sea funcional a los intereses de Sebastián Piñera para retomar el poder el 2017
amaga seriamente esa posibilidad para el actual Presidente.
¿Qué diferencia podría hacer Evelyn Matthei
frente a la administración de Piñera?
Evelyn surgió como candidata sin el concurso ni
la muñeca de Piñera. En el pasado Piñera recurrió a tretas sucias en la
competencia electoral de ambos por una Senaturía. Y, pese a las declaraciones
de lealtad con la obra de esta Gobierno, Evelyn podría perfectamente llevar una
gestión muy diferenciada de la actual, sobre todo dando cabida a las
aspiraciones del sector que Piñera ha combatido con todo en su Gobierno (y sólo
en su Gobierno, nunca antes en forma abierta): los que reconocen y honran el
legado libertario del Gobierno Militar.
Esto explica el ataque del Presidente a la
candidata del que, se supone, es su propio sector. Que quiera involucrarla en
el grupo de los que él llama "cómplices pasivos" del Gobierno Militar,
o que critique por los medios la preferencia de la joven Evelyn por el SÍ en el
plebiscito no tiene justificación moral ni histórica sino coyuntural:
perjudicar su opción aunque ello favorezca a la candidata del revolucionarismo
castrista, con los consiguientes sufrimientos para la salud del país.
Es de esperar que, al revés de lo que consiguió
la DC en 1970, Sebastián Piñera no alcance este objetivo.
Ojalá los chilenos aprendamos de la historia,
alguna vez.
(Tomado
de http://cardenaldo.blogspot.com/)
1 comentario:
¿Será que una vez más se repetirá la historia de que por culpa de la DC tengamos la posibilidad de tener una UP "remozada" y dispuesta a hacer un Gobierno totalitario? Sería una gran catástrofe, ya que ésta vez no tendremos a quién recurrir, ya que las FF.AA. no se inmiscuiran en éste nuevo descalabro, (ya han padecido mucho) y ésta vez tomarán palco pra ver como se desarrolla nuestra "guerra civil".
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