Piñericosas
Mayores,
por Hermógenes Pérez de
Arce.
Todos hemos disfrutado de las
"Piñericosas", que se convirtieron en el mayor
"best-seller" de los últimos tiempos. Pero hasta hace poco eran
triviales, como escribir "gabiota" en su twitter, declarar muerto a
Nicanor Parra o atribuir la novela "Robinson Crusoe" al actor
norteamericano Willem Dafoe. Últimamente, sin embargo, han adquirido una
gravedad mayor, con consecuencias políticas alarmantes y capaces de inferir al
país daños sociales de largo alcance.
Ha sido el caso de su explícita declaración, en
"El Mercurio" de ayer, de haber sido decisivamente influido por las
publicaciones de los medios a 40 años del Pronunciamiento para adoptar las
decisiones de los últimos días. Ha confesado: "Algunos creyeron posible
ignorar la conmemoración de los 40 años, hacer como que el golpe militar nunca
existió o ignorar el tremendo impacto que la cobertura de los medios de
comunicación tuvo sobre la sociedad chilena. Ese es el silencio de los que no
tienen el coraje de enfrentar la verdad y la realidad".
Eso es increíble, pero lo dice todo. La
izquierda allendista se propuso en este 40° aniversario llevar a cabo un lavado
cerebral masivo sobre el 11 y su significado, pero el efecto más notorio fue
que lavó el cerebro del Presidente de la República. Y eso explica el insólito
giro de sus opiniones y sus políticas, insultando a sus partidarios y
tratándolos de "cómplices pasivos", por el solo hecho de haber sido
adeptos al Gobierno Militar, como si él mismo no hubiera iniciado su carrera
política en medio de ellos, en su calidad de generalísimo de la candidatura de
Hernán Büchi, que agrupaba a las fuerzas del "Sí", en lugar de
plegarse a las fuerzas del "No", cuyo candidato era Patricio Aylwin.
Él mismo se convirtió así en "cómplice pasivo", calidad que imputa
hoy, completamente olvidado de esa etapa de su pasado, a los colaboradores
suyos que no hicieron otra cosa que seguir sus mismos pasos, procurando la
continuidad del Gobierno Militar en 1989, pero ya en el contexto de la plena
democracia.
Esa amnesia política Presidencial y ese
"tremendo impacto de la cobertura de los medios" lo han llevado a
cambiar sus convicciones y a considerar a los militares como "asesinos y
violadores de los derechos humanos". El viraje consiguiente lo llevó a
redestinar a una decena de presos políticos uniformados, en su mayoría ancianos
o enfermos, a un penal alejado y con condiciones más rigurosas que el que
Ricardo Lagos les había dispensado; y a rechazar por cinco veces la solicitud
de indulto de un General (r) octogenario, enfermo y sabidamente inocente del
delito que le imputó la Justicia de izquierda.
La gravedad de todo esto no es que Sebastián
Piñera se haya dejado lavar el cerebro por la campaña de desinformación que
exitosamente emprendió la extrema izquierda a 40 años del Pronunciamiento, sino
que él haya abandonado u olvidado sus propias promesas a los presos políticos
uniformados, de velar por un debido proceso para ellos. En estos días "La
Tercera" ha detallado los cinco rechazos de Piñera al indulto pedido por
el General (r) Mena. Lo notable de esos rechazos es su fundamento: que lo
atribuido a Mena es un delito grave y "de lesa humanidad". Es decir,
el titular del Ejecutivo se transforma en vocero ratificador de las
prevaricaciones de los Jueces que él prometió remediar. Pues es público y
ultrasabido que el General (r) Mena no participó en forma alguna en la muerte
de tres elementos de extrema izquierda por parte de personal de su regimiento
en Arica, en 1973. Eso lo estableció el Juez del proceso, que sólo lo condenó
por una supuesta "responsabilidad del mando", implicando con ello que
Mena no tuvo participación y sólo debía ser condenado por haber sido Comandante
del regimiento. De hecho, Mena ni siquiera supo del crimen, pues durante años
se atribuyó oficialmente la triple muerte al desbarrancamiento de un vehículo.
Asimismo, el rechazo del indulto una y otra vez
obedeció a que el Gobierno de Piñera atendió a que se trataba de,
supuestamente, "un delito de lesa humanidad", lo que lo sitúa en la
exacta posición de los Jueces prevaricadores cuya acción él mismo, como
candidato, se comprometió a rectificar. Pues los "delitos de lesa
humanidad" sólo se incorporaron a la Legislación chilena en 2009, y la
Constitución garantiza que "ningún delito se castigará con otra pena que
la que señale una Ley promulgada con anterioridad a su perpetración", norma
crónicamente violada por los Jueces prevaricadores de izquierda en sus
sentencias y que ha transgredido por cinco veces consecutivas el Presidente
Sebastián Piñera al rechazar con ese mismo fundamento Inconstitucional el
indulto al General (r) Odlanier Mena. Y ha pasado a llevar así el principio
ancestral de la irretroactividad de la Ley penal. Además, la propia
tipificación de dichos delitos en la Ley de 2009 se aparta de las
características de las tres muertes de Arica de 1973.
Estas gravísimas Piñericosas se añaden a otros
rasgos de este régimen que lo apartan por completo de lo que sus partidarios
creyeron elegir, como las evidencias de que tiene un funcionario de su
exclusiva confianza perteneciente al MIR (Patricio Bustos, a cargo nada menos
que del Instituto Médico Legal), el financiamiento de organismos filomarxistas
como el Museo de la Memoria y el Instituto de Derechos Humanos, y la
permanencia de un equipo de abogados en el Ministerio del Interior con la
específica misión de perseguir Judicial e ilegalmente a militares (r), tarea
que ha cumplido triplicando el número de querellas contra ellos que existía
bajo el Gobierno de Michelle Bachelet, que ha terminado siendo mucho más favorable
para los mismos que el de Sebastián Piñera.
El vendaval de Piñericosas mayores desatado
últimamente ha ido en directo perjuicio del sector que lo eligió, de los
militares a los que les prometió legalidad y justicia y de las esperanzas de
verdad y reconciliación de la gran mayoría del pueblo chileno.
3 comentarios:
Llegaron a postear las blancas palomas zurdas... Eran taaaaaaaaaaaan inocentes... No sabían lo que era un fusil... El MIR fue una institución de caridad que repartía chocolatitos y dulces.
Estos zurdos creen que todo el mundo es weón y que todos les compran su pomada de "somos una pobrecitas victimas, snif" XD
hay que ser bien saco de gueas pa creerles a estos yanaconas comunistas
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