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lunes, 12 de agosto de 2013

La cuarta papeleta, por Pilar Vergara.






(En las elecciones de noviembre se votará
para elegir Presidente, Senadores,
Diputados y Consejeros Regionales.)






La cuarta papeleta,
por Pilar Vergara.


Al filo del vencimiento del plazo para la inscripción de candidatos para noviembre, se han comenzado a desplegar también las estrategias de "la cuarta papeleta", esa que contendrá a los aspirantes a un cupo de los 278 Consejeros Regionales, que por primera vez se elegirán por voto popular.


Tengo la impresión de que una buena cantidad de personas van a reaccionar con sorpresa cuando junto con los candidatos a Presidente, Senadores y Diputados, tengan que votar por un Core. Sin embargo, el hecho de que esa suerte de "Parlamento Regional" sea electo directamente, tiene todo un abanico de efectos, que van desde abrir vertientes a la renovación de la política, hasta avanzar en la impostergable ruta de dar más autonomía a las Regiones; además de cerrar puertas a situaciones propicias para la corrupción.


Sobre estos temas giraron mis conversaciones de esta semana, con políticos, politólogos y expertos electorales.


Los abogados del nuevo sistema destacan que junto a la inscripción automática, el voto voluntario y las elecciones primarias, constituyen un aporte a la "recuperación de la deteriorada confianza en las instituciones políticas" de la cual habla ese libro que hoy todos han leído: "Why nations fail", y que entre los remedios apunta: "Para recuperar confianzas, participación política".


Justamente el caso de los Cores -existentes desde 1992- tiene un engorroso mecanismo de elección indirecta, en el que quienes los han seleccionado, hasta ahora, son los Concejales Municipales.


La tramitación de la nueva Ley orgánica no fue sencilla. Se comenta que entre los Parlamentarios surgió una cierta reticencia, ver nacer una especie de competencia.


La armonía terminó encontrándose junto con un ajuste de las fechas: en vez de elegirse en conjunto con las autoridades Municipales, se los hizo coincidir con las Parlamentarias. De esta forma, los aspirantes a Cores -poco conocidos- se vuelven más dependientes de los Diputados de su sector, a la vez que se disipa la posibilidad de que un Consejero elegido con una muy alta votación, se sienta tentado, a los dos años, a postular al Parlamento.


En cualquier caso, lo que se abre, es una fuente de generación de nuevos líderes y de renovación de la política, espectacular. Los Cores serán indudablemente un eslabón hacia el Congreso.


Con quien uno hable de Cores, salta la palabra "corrupción", como una situación que se da por cierta, aunque nunca ha sido probada a nivel de la Justicia.


Lo que es innegable, en todo caso, son las "influencias": Alcaldes o grupos de Alcaldes que han tenido en los Cores, "socios" para que les saquen y les favorezcan proyectos de su propio Municipio.


El actual sistema de elección, en que los Concejales tienen la sartén por el mango, lo propicia, y hasta se habla de transacciones de cargos de Cores en el mundo Municipal. Consejeros elegidos, en cambio, tendrán que responder ante sus votantes.


Pero hay más, y se refiere a los roles que cumplen actualmente estos Consejeros Regionales. A diferencia de los Parlamentarios, que aprueban el Presupuesto de la Nación dividido en "partidas" de los distintos Ministerios, los Cores tienen por función aprobar el manejo del presupuesto "proyecto por proyecto". Y -según la Región que se trate, claro- no estamos hablando de platas menores. Hoy, el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, asciende a 921 mil millones de pesos, unos de 2 mil millones de dólares; una cifra que es 2,4 veces el presupuesto de becas para la educación superior y 3,5 veces el presupuesto estimado para terminar con los campamentos.


Uno de mis contertulios, que ha vivido el proceso desde adentro, me comenta que al tratarse "proyecto a proyecto", un día resulta favorecida una Comuna aprobándosele una escuela; otro día otra, dándole el paso a una pavimentación. (Los Cores los aprueban o los rechazan a propuesta de los Seremis correspondientes, que deben incluir en ellos su rentabilidad social).


Pero no son solo los Municipios los que entran en este tráfico de beneficios: como se trata de proyectos de inversión, es clave el factor "terreno", con las consiguientes variaciones en su plusvalía. Famosas en la "historia oculta" de los Cores son las aprobaciones para la instalación de vertederos de basura.


Y como el sumum de la puerta abierta a la discrecionalidad, se menciona la aprobación de los planos reguladores metropolitanos y su consiguiente baile de intereses millonarios.


La nueva institucionalidad de los Consejos contempla una Ley especial sobre sus competencias: los uniforma con los Parlamentarios en cuanto a que verán los proyectos Regionales por áreas y sectores. Y al mismo tiempo aumenta sus facultades y quehaceres con un traspaso de "poder" desde la administración central; por ejemplo dentro de sus tareas, estará el diseñar e implementar políticas, planes y programas de desarrollo de la Región en todas sus dimensiones.


Podría darse, por ejemplo que una Región creara sus propios programas para combatir la pobreza; en ese caso, el Ministerio de Desarrollo Social procede a trasladar su atribución -solo con un decreto Presidencial- a la Región en particular.


Esta Ley sobre las competencias -clave en el avance de la Regionalización-, sin embargo, aún no ve la luz, y según me informan, la "tranca" está en el monto de la dieta para los Consejeros, que tiene una conformación complicada, pero que se eleva a unos $600 mil mensuales y para la que se demanda un alza.


El debate político hoy día en la oposición y en la Alianza es si van en listas separadas o únicas.


Argumentos para ir en separadas: abre espacios para que se exprese la diversidad de pensamiento dentro de una coalición al permitir la competencia; más para callado se dice que sirve para medir fuerzas y luego negociar cupos. Otro es de puro pragmatismo electoral; más candidatos trabajando, siempre suman más votos. Y uno más: ayuda a los candidatos a Diputados tener aliados, en la competencia con su compañero de lista.


En la Alianza, son los Diputados RN los que abogan por ir en listas separadas.


En la oposición, los que apoyan ir en competencia interna son la DC y el PR con distintos motivos, según me transmiten.


Detrás de la postura DC estaría pesando -en el fondo- el complicado tema de su "perfilamiento", en una Nueva Mayoría, en que predominan los sectores más izquierdistas del espectro. En el caso del Partido Radical, se lo ve más como un elemento de negociación que no irá demasiado lejos.


En uno y en otro bloque han hecho simulaciones sobre lo que pasaría con una o dos listas, proyectando los datos de la última elección de Concejales.


En esa oportunidad, los partidos de la Alianza obtuvieron 32,9% de los votos; el pacto PS-PDC, 27,3%, y la lista PPD, PR, PC, IC y MAS, 22%.


Según el cálculo que hacen en la Alianza, si RN y UDI van juntos, obtendrían 110 Cores; si van separados, 80: 30 menos.


En el pacto Nueva Mayoría hicieron su propia ecuación y el resultado es que con listas separadas obtendrían entre 14 y 15 Cores menos que si fueran todos juntos.


No hay que olvidar a los "chicos" como los PRO y los PRI, que seguramente presentarán candidatos, sobre todo en los lugares donde se elige un número mayor de Consejeros y el umbral de votos necesarios para salir es menor.


En la oposición, están mirando a locales y a figuras ex que no están en otras lides como la Diputado María Antonieta Saa que no va a la reelección, ex Intendentes como Jaime Tohá e Iván De la Maza y ex Parlamentarios como Rodolfo Seguel. En la Alianza, podrían hacer una operación tiraje a la chimenea con una serie de jóvenes que le tomaron el gusto a lo público en cargos sectoriales en distintas Regiones.

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