(En las
elecciones de noviembre se votará
para elegir
Presidente, Senadores,
Diputados y
Consejeros Regionales.)
La cuarta
papeleta,
por Pilar Vergara.
Al filo del vencimiento del plazo para la
inscripción de candidatos para noviembre, se han comenzado a desplegar también
las estrategias de "la cuarta papeleta", esa que contendrá a los aspirantes
a un cupo de los 278 Consejeros Regionales, que por primera vez se elegirán por
voto popular.
Tengo la impresión de que una buena cantidad de
personas van a reaccionar con sorpresa cuando junto con los candidatos a
Presidente, Senadores y Diputados, tengan que votar por un Core. Sin embargo,
el hecho de que esa suerte de "Parlamento Regional" sea electo
directamente, tiene todo un abanico de efectos, que van desde abrir vertientes
a la renovación de la política, hasta avanzar en la impostergable ruta de dar
más autonomía a las Regiones; además de cerrar puertas a situaciones propicias para
la corrupción.
Sobre estos temas giraron mis conversaciones de
esta semana, con políticos, politólogos y expertos electorales.
Los abogados del nuevo sistema destacan que
junto a la inscripción automática, el voto voluntario y las elecciones primarias,
constituyen un aporte a la "recuperación de la deteriorada confianza en
las instituciones políticas" de la cual habla ese libro que hoy todos han
leído: "Why nations fail", y que entre los remedios apunta:
"Para recuperar confianzas, participación política".
Justamente el caso de los Cores -existentes
desde 1992- tiene un engorroso mecanismo de elección indirecta, en el que
quienes los han seleccionado, hasta ahora, son los Concejales Municipales.
La tramitación de la nueva Ley orgánica no fue
sencilla. Se comenta que entre los Parlamentarios surgió una cierta reticencia,
ver nacer una especie de competencia.
La armonía terminó encontrándose junto con un
ajuste de las fechas: en vez de elegirse en conjunto con las autoridades Municipales,
se los hizo coincidir con las Parlamentarias. De esta forma, los aspirantes a Cores
-poco conocidos- se vuelven más dependientes de los Diputados de su sector, a
la vez que se disipa la posibilidad de que un Consejero elegido con una muy
alta votación, se sienta tentado, a los dos años, a postular al Parlamento.
En cualquier caso, lo que se abre, es una
fuente de generación de nuevos líderes y de renovación de la política,
espectacular. Los Cores serán indudablemente un eslabón hacia el Congreso.
Con quien uno hable de Cores, salta la palabra
"corrupción", como una situación que se da por cierta, aunque nunca
ha sido probada a nivel de la Justicia.
Lo que es innegable, en todo caso, son las
"influencias": Alcaldes o grupos de Alcaldes que han tenido en los Cores,
"socios" para que les saquen y les favorezcan proyectos de su propio Municipio.
El actual sistema de elección, en que los Concejales
tienen la sartén por el mango, lo propicia, y hasta se habla de transacciones
de cargos de Cores en el mundo Municipal. Consejeros elegidos, en cambio,
tendrán que responder ante sus votantes.
Pero hay más, y se refiere a los roles que
cumplen actualmente estos Consejeros Regionales. A diferencia de los Parlamentarios,
que aprueban el Presupuesto de la Nación dividido en "partidas" de
los distintos Ministerios, los Cores tienen por función aprobar el manejo del
presupuesto "proyecto por proyecto". Y -según la Región que se trate,
claro- no estamos hablando de platas menores. Hoy, el Fondo Nacional de
Desarrollo Regional, asciende a 921 mil millones de pesos, unos de 2 mil
millones de dólares; una cifra que es 2,4 veces el presupuesto de becas para la
educación superior y 3,5 veces el presupuesto estimado para terminar con los
campamentos.
Uno de mis contertulios, que ha vivido el
proceso desde adentro, me comenta que al tratarse "proyecto a
proyecto", un día resulta favorecida una Comuna aprobándosele una escuela;
otro día otra, dándole el paso a una pavimentación. (Los Cores los aprueban o
los rechazan a propuesta de los Seremis correspondientes, que deben incluir en
ellos su rentabilidad social).
Pero no son solo los Municipios los que entran
en este tráfico de beneficios: como se trata de proyectos de inversión, es
clave el factor "terreno", con las consiguientes variaciones en su
plusvalía. Famosas en la "historia oculta" de los Cores son las
aprobaciones para la instalación de vertederos de basura.
Y como el sumum de la puerta abierta a la
discrecionalidad, se menciona la aprobación de los planos reguladores
metropolitanos y su consiguiente baile de intereses millonarios.
La nueva institucionalidad de los Consejos
contempla una Ley especial sobre sus competencias: los uniforma con los Parlamentarios
en cuanto a que verán los proyectos Regionales por áreas y sectores. Y al mismo
tiempo aumenta sus facultades y quehaceres con un traspaso de "poder"
desde la administración central; por ejemplo dentro de sus tareas, estará el
diseñar e implementar políticas, planes y programas de desarrollo de la Región
en todas sus dimensiones.
Podría darse, por ejemplo que una Región creara
sus propios programas para combatir la pobreza; en ese caso, el Ministerio de
Desarrollo Social procede a trasladar su atribución -solo con un decreto Presidencial-
a la Región en particular.
Esta Ley sobre las competencias -clave en el
avance de la Regionalización-, sin embargo, aún no ve la luz, y según me
informan, la "tranca" está en el monto de la dieta para los Consejeros,
que tiene una conformación complicada, pero que se eleva a unos $600 mil
mensuales y para la que se demanda un alza.
El debate político hoy día en la oposición y en
la Alianza es si van en listas separadas o únicas.
Argumentos para ir en separadas: abre espacios
para que se exprese la diversidad de pensamiento dentro de una coalición al
permitir la competencia; más para callado se dice que sirve para medir fuerzas
y luego negociar cupos. Otro es de puro pragmatismo electoral; más candidatos
trabajando, siempre suman más votos. Y uno más: ayuda a los candidatos a Diputados
tener aliados, en la competencia con su compañero de lista.
En la Alianza, son los Diputados RN los que
abogan por ir en listas separadas.
En la oposición, los que apoyan ir en
competencia interna son la DC y el PR con distintos motivos, según me
transmiten.
Detrás de la postura DC estaría pesando -en el
fondo- el complicado tema de su "perfilamiento", en una Nueva
Mayoría, en que predominan los sectores más izquierdistas del espectro. En el
caso del Partido Radical, se lo ve más como un elemento de negociación que no
irá demasiado lejos.
En uno y en otro bloque han hecho simulaciones
sobre lo que pasaría con una o dos listas, proyectando los datos de la última
elección de Concejales.
En esa oportunidad, los partidos de la Alianza
obtuvieron 32,9% de los votos; el pacto PS-PDC, 27,3%, y la lista PPD, PR, PC,
IC y MAS, 22%.
Según el cálculo que hacen en la Alianza, si RN
y UDI van juntos, obtendrían 110 Cores; si van separados, 80: 30 menos.
En el pacto Nueva Mayoría hicieron su propia
ecuación y el resultado es que con listas separadas obtendrían entre 14 y 15 Cores
menos que si fueran todos juntos.
No hay que olvidar a los "chicos"
como los PRO y los PRI, que seguramente presentarán candidatos, sobre todo en
los lugares donde se elige un número mayor de Consejeros y el umbral de votos
necesarios para salir es menor.
En la oposición, están mirando a locales y a
figuras ex que no están en otras lides como la Diputado María Antonieta Saa que
no va a la reelección, ex Intendentes como Jaime Tohá e Iván De la Maza y ex Parlamentarios
como Rodolfo Seguel. En la Alianza, podrían hacer una operación tiraje a la
chimenea con una serie de jóvenes que le tomaron el gusto a lo público en cargos
sectoriales en distintas Regiones.
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