El país debe priorizar y distinguir entre lo urgente y lo importante.
Polémica
inaceptable.
La
polémica desatada por la Onemi, para intentar ocultar su
ineficiencia, con una palabra del informe meteorológico es
inconducente e inaceptable, pues es claro que las estimaciones
plubiometricas eran claras y advertían que en la zona norte caería
en un corto tiempo la misma cantidad de lluvias que precipitan en un
año normal.
El
Gobierno ha dicho que se tomaron las medidas que ameritaba el caso,
lo que a simple vista es falso, pues además de no advertirse a la
población del peligro que estaba corriendo no se acopió en la zona
alementos básicos como agua envasada, alimentos, medicinas,
conchonetas ni vehiculos imprescindibles.
Resulta
insólito, por decirlo de una manera suave, que no se haya trasladado
inmediatamente de conocido el pronóstico de tiempo fuerzas
policiales y militares a la zona, y que no se transportaran, como lo
merecía la situación potencial, elementos aéreos, como
helicopteros, imprescindibles en una catástrofe.
Parece
que los Gobernantes siguen no estando dispuestos a correr el riego de
una alerta fallida, para evitar el costo político, y que prefieren
que los chilenos debamos pagar la cuenta con vidas humanas, chilenos
heridos, familias disgregadas y muchas personas desaparecidas.
Es
cierto que Chile tiene muchas falencias y que los recursos no
alcanzan para todo, pero las priorizaciones de la clase Gobernante
son sorprendentes, en vez de financiar con todos los medios a los
organismos de emergencia, como bomberos, Conaf o la Onemi, los
dineros van a pagar las actividades de los políticos.
No
creemos que sea el momento de buscar culpables, pero creemos que es
la oportunidad para fortalecer los organismos de emergencia, de
establecer los protocolos para el manejo de situaciones
potencialmente peligrosas y de establecer claramente las
responsabilidades de su manejo.